Mucho antes que apareciera el correo aéreo como un servicio regular a itinerario y disponible para el público en general, existieron diversas formas, muy peculiares y específicas, de entregar una carta por el aire. Fue por ejemplo el caso de las palomas mensajeras. Pero aun cuando éstas fueron utilizadas durante mucho tiempo para enviar escritos, el primer correo transportado por aire en un vehículo ocurrió el 7 de Enero de 1785, en un vuelo aerostático desde Dover a Francia, cerca de Calais.
Mas tarde, en 1903, la aparición del aeroplano generó de inmediato un interés para usarlo como vehículo transportador de correo, realizándose el 18 de Febrero de 1911, el primer vuelo oficial con este propósito en India (con motivo de una Exposición del Arte y de la Industria) entre Allahabad y Naini, dos localidades separadas por 8 km.
El joven piloto francés Henri Piquet transportó en esa oportunidad en un biplano “Sommer” desde Allahabad, el lugar de la exposición, 6.500 cartas a Naini en un vuelo de 13 minutos de duración. Cada carta llevaba un timbre que decía “First Aerial Post, U.P. Exhibition Allahabad 1911” |
En los EEUU de Norteamérica se estableció el 12 de Agosto de 1918 un servicio oficial de correo aéreo a cargo de la Oficina Civil de Correos. Para ello se contrató a cuatro pilotos con el requisito de un mínimo de 1.000 hrs de experiencia de vuelo y un sueldo anual promedio de USD $ 4.000. Antes de finalizar el año la dotación de pilotos se incrementaría en 40 pilotos adicionales. La obsesión de cumplir a toda costa los itinerarios, terminó hacia 1920 con el trágico balance de al menos la mitad de los pilotos fallecidos, la mayoría en accidentes debidos al mal tiempo. En casi todo el mundo los servicios de correo aerotransportado fueron los progenitores de las que serían mas tarde las mas importantes líneas aéreas comerciales. Los sellos de correo aéreo y la Filatelia han registrado y honrado con mucha fidelidad la gran gesta escrita por los que abrieron camino a la aviación comercial. Las primeras estampillas diseñadas específicamente para el correo aéreo fueron emitidas por Italia en 1917 para vuelos experimentales. Eran sellos normales de correo, sobreimpresos. En general las estampillas de “Correo Aéreo” que solo se podían utilizar para franquear correspondencia aérea ya no se usan hoy. No se emiten en la mayoría de los países y el correo aéreo utiliza estampillas corrientes. Algunos países las siguen emitiendo sólo como una manera de aumentar el ingreso por la compra que hacen de ellas los coleccionistas. Precisamente son los coleccionistas y amantes de la historia de los sellos los que mantienen viva una parte importante de la historia de la aviación graficada por ese medio. | ||
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Pero los más importante es que tambien los sellos han servido para dejar un testimonio gráfico y rendir homenaje a todos aquellas personas, muchas de ellas pilotos, que participaron desde un comienzo abriendo el mundo al transporte aéreo, a veces a costa de la propia vida, primero estableciendo un servicio de correo y ampliándolo mas tarde al transporte de pasajeros y de mercancías. En Chile esa historia la comenzó a escribir la aviación civil, con los empeños del industrial francés Louis Testart y del aviador Clodomiro Figueroa, sus principales gestores iniciales. Invitamos a nuestros lectores a enviarnos cualquier colaboración que enriquezca esta sección ya sea apoyados en las ricas e ilustrativas emisiones filatélicas, o en esa, muchas veces desconocida, historia épica de los que abrieron, mediante el correo aéreo, el camino a la aviación comercial mundial. |
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