domingo, 2 de mayo de 2010

Grandes coleccionistas


Grandes coleccionistas de la historia filatélica

Afición de reyes y reina de las aficiones. La frase no es sólo un feliz retruécano. Desde su nacimiento, la filatelia ha seducido por igual a jóvenes y adultos, personas de recursos sobrados y de modesta condición, personajes famosos e incluso testas coronadas. Todos ellos han encontrado en esta afición universal una fuente constante de esparcimiento, de relaciones, de estímulo cultural e incluso de evasión de las graves pesadumbres del gobierno. Muchos monarcas y jefes de Estado se sintieron atraídos por la filatelia. Y aunque muchas colecciones reales desaparecieron con sus creadores, algunas subsisten para asombro de quienes tienen la rara oportunidad de contemplarlas.

Entre todas las colecciones reales destaca, por la riqueza de sus preseas y la aureola casi mítica de sus piezas, la británica, que contiene prácticamente todos los sellos de la vasta Commonwealth, desde el primer timbre del mundo, el penique negro inglés de 1840, hasta rarezas inaccesibles en nuestros días, como son los ejemplares de Mauricio de 1847. La colección real británica fue iniciada en 1856 por el príncipe Alfredo (más tarde duque de Edimburgo), según hijo de la emperatriz Victoria, y el príncipe de Gales (más tarde Eduardo VII). Pero fue Jorge V quien mostraría años más tarde un interés más resuelto por esta afición. Reconoció la rareza de las piezas y no escatimó esfuerzos ni dinero para conseguirlas. En 1904 había adquirido ya el penique rosa y el dos peniques azul de la primera emisión de Mauricio, hoy piezas fulgurantes en el olimpo de las grandes rarezas filatélicas. Le apasionaba el diseño de los sellos y no es de extrañar que la colección real contenga multitud de dibujos y bocetos de artista de los sellos emitidos por la metrópoli y el Imperio.

Tras su muerte, la colección fue continuada por Jorge VI y, más tarde, por la actual soberana, protectora como sus antepasados de la Real Sociedad Filatélica de Londres. Desde entonces no ha cesado de aumentar, especialmente en cuanto a pruebas y ensayos, auténticas obras de arte en miniatura. Alojado en una vasta estancia del Palacio de Buckingham, la clasificación y custodia de este inmenso tesoro están encomendadas al conservador de la colección real, y muchas de sus piezas sobresalientes se ceden ocasionalmente para su exhibición en la corte de honor de las grandes exposiciones internacionales.

EL REY DE ESPAÑA

Alfonso XIII también fue coleccionista de sellos, faceta poco conocida por los biógrafos del monarca español. Desde muy joven se sintió atraído por la filatelia, a la que consideraba un complemento de su formación, y llegó a especializarse en las emisiones de España y sus colonias, aunque también logró reunir envidiables colecciones de Francia y de Portugal. Durante su visita a Lisboa en 1903 expresó su deseo de poseer una colección completa de las emisiones de Portugal y Colonias. Ello originó la creación de las denominadas "reimpresiones del Rey de España", entre las que se encuentran numerosos sellos clásicos, entonces agotados y que fueron especialmente reimpresos para donarlas al regio visitante. Otra serie completa de estas reimpresiones fue regalada en 1910 por el rey don Manuel a la Real Sociedad Filatélica de Londres. Un sello español recuerda la visita de Alfonso XIII a la primera Exposición Filatélica Nacional, celebrada en Barcelona en 1930, aunque se ignora si sus sucesores continuarían alentando esta afición.

Entre los expositores más afortunados que concurrieron a la Exposición Filatélica de Nueva York celebrada en 1926, en la sección juvenil, hubo un monarca sin corona: Otto II, hijo de la ex emperatriz Zita, pretendiente al trono de Austria y Hungría. Se sabe que el joven heredero, que residía por entonces en España, obtuvo una medalla de bronce por su colección de sellos húngaros. También el antiguo trono de Serbia contó en su seno con un aficionado a la filatelia. El príncipe regente de aquel país, según las revistas de la década de 1920, se había hecho ferviente coleccionista e intervenía en los preparativos de las nuevas emisiones del país balcánico, que pronto se fusionaría con Yugoslavia.



En Italia, Humberto II se sintió asimismo atraído por la filatelia, aunque no demostró un especial ardor coleccionista. Visitó con frecuencia el Instituto Poligráfico de Roma, donde se interesó por la producción de los sellos italianos. Tras la Segunda Guerra Mundial y el derrocamiento de la monarquía, las crónicas recuerdan que visitó la exposición "Lisboa'53". También se sabe que se interesaron por los sellos Alejandro III y Nicolás II, zares de Rusia, y el rey Prapjadhjpok de Siam, entre otros monarcas.

CAROL DE RUMANÍA

Otro gran coleccionista de la primera mitad del siglo XX fue el rey Carol de Rumanía. Descubrió su afición siendo niño, cuando a los cinco años le regalaron su primer álbum de sellos. Mantuvo estrechas relaciones con comerciantes y coleccionistas de su época y logró reunir una valiosa y extensa colección de sellos, con muchas piezas únicas. En la Exposición Internacional celebrada en Londres en 1950 presentó auténticas rarezas, de las que se hizo eco la prensa de la época, entre ellas un "Post Office" de Mauricio nuevo y otro de un penique sobre carta, así como el ejemplar único del 3 skilling-banco de Suecia, error de color, seguramente el sello más caro del mundo en la actualidad. A partir de aquella exposición, el rey Carol, que vivía exiliado en Estoril, comenzó a desprenderse de sus colecciones, que fueron subastadas por la casa Harmer. Cada pieza vendida iba acompañada de un certificado fotográfico que proclamaba: "Este sello procede de la colección formada por Su Majestad Carol II de Rumanía".

El rey de Egipto, Faruk, deseó rodearse de cuanto fuera bello, e incluyó en el abanico de sus caprichos suntuarios a la filatelia, a la que había sido aficionado por su padre, el rey Fuad, también famoso coleccionista. Sin embargo, a diferencia del rey Carol, no pudo llevarse al exilio sus tesoros cuando fue derrocado por un golpe de estado en 1952. Sus colecciones palaciegas fueron confiscadas por el nuevo gobierno y dispersadas en una serie de subastas iniciadas al año siguiente por la casa Harmer. El catálogo de la colección real de Egipto describía una de las mayores colecciones de la época. La venta supuso una realización total de 115.160 libras esterlinas de 1954. Entre las gemas vendidas figuraban un ejemplar del "Post Office" de Mauricio de dos peniques y un famoso sobre que partió de Livorno en 1860 y estaba dirigido a Alejandría, franqueado con tres ejemplares de la primera emisión del gobierno provisional de Toscana, mundialmente conocido como el "sobre Faruk" y asociado desde entonces al recuerdo del monarca egipcio.

EL PRINCIPE RAINIERO

Por último, sería injusto omitir de este plantel de filatelistas regios a un gran coleccionista principesco de nuestro tiempo. Se trata de Rainiero II de Mónaco, no sólo propietario de una fabulosa colección de sellos, sino promotor decidido de la filatelia, pues ha convertido su pequeño país en centro de convergencia de todos los estamentos internacionales interesados en esta afición, ha creado un magnífico museo postal y filatélico y supervisa personalmente todas las emisiones de sellos del Principado. La colección que heredó el príncipe se había iniciado en 1912 y la engrandeció su padre, Alberto I. Pero Rainiero II no ha cesado de acrecentarla, hasta el punto de que hoy no tiene parangón en el mundo en cuanto a los sellos e historia postal de la pequeña ciudad-estado, además de contar con valiosos conjuntos de Francia y de los antiguos estados italianos, sobre todo Cerdeña.

De lo antedicho no deberá deducirse que la filatelia es sólo una afición elitista o un pasatiempo real. Como escribía un famoso tratadista filatélico barcelonés, José María Llerendi, "el filatelista pertenece a una minoría selecta. Para ser filatelista no hace falta ser rico ni poderoso ni elegante. Y esta aristocracia de la inteligencia ¿no merece de los profanos algo más que una curiosa simpatía?"

Entre los más famosos coleccionistas del mundo se cuentan el rey Jorge V de Inglaterra, que formó la colección de sellos de Gran Bretaña y todas las colonias del Imperio Británico, más rica del mundo.

Thomas K. Tapling murió relativamente joven en 1891, pero su colección de sellos de Inglaterra fue considerada en aquella época como una de las más valiosas del mundo, legándola al Museo Británico. Aún en la actualidad esa colección es la más rica que se exhibe en público.

Alfredo H. Caspary, fue un hombre de negocios de Nueva Cork, que dedicó grandes recursos económicos a incrementar su colección. Llegó a adquirir la fama de ser uno de los más importantes filatelistas. En su propia ciudad se subastó su colección en 1957 produciendo la escalofriante cantidad de $ 2´750.000 dólares en la venta.

Philippe La Renotiere, francés, pasó a los anales de la filatelia como el individuo que poseyó la colección de sellos más grande y más rica del mundo, en su época. Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, Francia incautó la colección de La Renotiere por ser éste simpatizante de Austria y la remató como parte de reparaciones de Guerra.

Desde el pasado siempre ha habido filatelistas devotos y seguramente los hay en la actualidad, pero no todos ellos son conocidos en los círculos filatélicos porque cultivan su afición en forma reservada, sin afán de notoriedad, aun teniendo elevada posición económica. Frecuentemente sus colecciones son conocidas sólo cuando son sacadas a subastas o puestas en venta.

Por Javier Linares

9 comentarios:

Tipicamia dijo...

me llamo oscar y tengo una colección de estampillas y deseo conectarme con alguien a quien pueda enviar algunas fotos de estas para que sean evaluadas. mi mail es fygo_58@hotmail.com desde ya muchísimas gracias

Tipicamia dijo...

me llamo oscar y tengo una colección de estampillas y deseo conectarme con alguien a quien pueda enviar algunas fotos de estas para que sean evaluadas. mi mail es fygo_58@hotmail.com desde ya muchísimas gracias

Tere dijo...

Estoy interesada en vender una coleccion de sellos antiques mi num 3054011038 estados unidos gracias Tere

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Hola. Tengo una coleccio De estampillas antiguas y originales. (Más de 20 paises) Deseo contactarme con alguien q tenga esta afición. Mi Tel es. 401 4422755 de EU. Correo alopaca@hotmail.com

Unknown dijo...

Hola. Tengo una coleccio De estampillas antiguas y originales. (Más de 20 paises) Deseo contactarme con alguien q tenga esta afición. Mi Tel es. 401 4422755 de EU. Correo alopaca@hotmail.com

Unknown dijo...

Tengo una colección de 2500 estampillas ,de 20 paises aproximadamente .Deseo venderse la a un buen comleccionista ,para su disfrute .

Unknown dijo...

Soy un antiguo coleccionista. Tengo una colección de más de 92.000 ejemplares diferentes de unos 200 países. Me gustaría venderla. Ofertas al correo: f.morras@gmail.com

Unknown dijo...

Hola mi nombre es cristian y tengo una variedad de estampillas de varios países y me gustaría subastarlos mi correo es cristian_valencia1990@hotmail.com muchas gracias

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